La insolencia se paga cara, el atrevimeinto también. La Fiorentina se llevó un duro correctivo en su propia casa, aunque por ganas no fue. La Juventus tuvo más pólvora en las zonas donde se decantan los partidos.
El resultado final refleja un estado de forma. La 'Vecchia Signora' está un escalón por encima de sus rivales en todos los aspectos y cada día es más candidata a hacerse con todos los títulos.
Allegri ha encontrado la fórmula exacta para que su equipo funcione y los contrarios no tienen nigún método para hacerle frente. Solo el United ha conseguido meterle mano en los últimos tiempos.
No fue fácil, pero los ríos siempre desembocan. La Fiorentina empezó muy fuerte, con una presión muy alta y con ocasiones bastante claras. No le sirvió de nada ante una Juventus que se sirvió sola con un zarpazo de Bentancur.
Preciosa conducción del uruguayo que acabó con un disparo cruzado. Lafont, al que le habían pillado a contrapie, se quedó haciendo la estatua. 0-1 sin echar ni una gota de sudor.
Mejoría 'bianconera' y partido de ida y vuelta
Cuando la bestia despertó de la siesta el partido cambió radicalmente. Los visitantes empezaron a dominar algo más el ritmo del choque, aunque los de Pioli siguieron teniendo ocasiones. Chiesa y Fernandes, los más incisivos y dañinos.
El encuentro se convirtió en un correcalles que beneficiaba al cuadro entrenado por Allegri. La potencia ofensiva de su equipo gana partidos sola, pese a que el tridente formado por Dybala, Mandzukic y Cristiano no estuvo fino.
Un cohete de fuera del área fue lo más reconocible del ex del Madrid en la primera parte. El '7' de la Juventus, como era de esperar, no tiró la toalla y lo intentó de todas las formas. Hasta que obtuvo su premio.
Chiellini sentenció, Cristiano aplastó
Chiellini fue el autor del 0-2. El central enganchó un balón suelto en el área y, con la ayuda de Lafont y el empeño de Cristiano, que despistó a los dos centrales para que no despejaran, puso mása distancia en el luminoso.
Pero el pastel no estaba completo sin la presencia del '7'. Mandzukic centró desde la izquierda y el esférico salió repelido por la mano de Fernandes, que se encontraba a escasos metros del croata.
El colegiado señaló la pena máxima y Cristiano castigó a la Fiorentina, que no debió llevarse una goleada pero que pagó caro su atrevimiento ante un equipo que no entiende de merecimientos.