El Reus no sólo no termina de salir del túnel, si no que la luz al final del mismo apenas es perceptible por los nuevos dueños. Cuando todo parecía estar encarrilado en manos de la Justicia, el conjunto tarraconense tendrá que hacer frente a un nuevo revés.
Y es que el Ayuntamiento de la localidad ha decidido ahora, en una decisión trasmitida a la entidad este martes, reclamarle 200.000 euros en concepto de deudas y abonos.
De esta forma, el consistorio reusense rompe con el convenio de colaboración establecido con el club, si bien ha decidido ceder gratuitamente las instalaciones al fútbol base, femenino y amateur.
Cabe recordar que el conjunto catalán está en concurso de acreedores voluntario y a la espera de la decisión del TAD sobre su expulsión por tres años del fútbol profesional.