Las operaciones de tal magnitud suelen ser montañas rusas. Aunque todo parecía cerrado, la 'operación Neymar' no ha ido avanzando de la mejor manera y tanto desde París como desde Barcelona siguen tensando la cuerda. La situación ha llegado a un punto que hasta Ernesto Valverde está "cansado".
Este viernes, desde Francia aseguraron que el Barcelona no aceptaba la contraoferta del PSG. La entidad francesa exigió una inversión valorada en 215 millones de euros (130 más Dembélé, Rakitic y Todibo), pero en el Camp Nou declinaron la propuesta.
Según 'Le Parisien', desde donde hacen eco a una fuente directa del club, el Barça se negó a aceptar la petición para "no menospreciar a sus futbolistas". "Es el PSG quien puso a su jugador en el mercado. Nunca fuimos en su búsqueda. Quiere irse y estamos interesados, pero no aceptamos las altas exigencias que llegan, porque les quita valora nuestros jugadores. Hablamos de una transferencia de 215 millones, pero no la aceptamos", cita el medio parisino.
Sin embargo, poco después de sugir dicha información, el medio catalán 'Sport' asegura que el "no" del Barcelona no es más que una táctica negociadora para seguir acercándose a Neymar de cara al final de mercado.
Dicha fuente asegura que se trata de una maniobra con la que esperar a que sea el PSG quien vuelva a mover ficha y rebaje sus pretensiones. Ahora mismo, ni un club ni el otro tiene la situación controlada, y esta nueva estrategia podría desbloquear al fin la situación del brasileño. Mientras tanto, el futbolista sigue sin contar para un Tuchel que volvió a dejarle fuera de la convocatoria para un partido liguero, el de este viernes ante el Metz.
¿Cómo desbloquear la operación? 'Le Parisien' apuntó tres vías: convencer a Dembélé como sea, que el PSG baje sus pretensiones, acepte una cesion de dos años o un traspaso más asequible para el Barça con Rakitic en la operacion, y la tercera sería más radical, la ruptura de las negociaciones para volver a intentarlo el año que viene.
Este domingo podría haber más novedades. Tanto el Barcelona como Neymar quieren unir sus caminos, pero desde las oficinas del Camp Nou esperan que la que fuera una de sus grandes estrellas venga por una cantidad bastante menor a la que se fue. Y por eso la tensión sube... y la estrategia cambia.