Duro horizonte el que se le presenta al Barça. Al menos, así lo asegura el diario 'AS', fuente que resalta la incierta y agobiada situación financiera por la que pasará el club en los próximos meses.
Incierta por las incógnitas que aún existen sobre el impacto económico de la crisis del COVID-19 en el club. Se estiman que estas ronden los 150 millones de euros, pero si la cifra aumenta, algo que no puede descartarse, hasta los 211 'kilos', los problemas pueden ser aún mayores.
Si se llega a la referidad cantidad, las pérdidas rebasarían a los beneficios que la actual junta ha logrado durante su mandato. Y ese escenario, según informa el citado medio, obligaría a los directivos a avalar (según 'AS', estos avales no serían menores a 100.000 euros per cápita).
En cuanto a las estrecheces que se avecinan, estas no son desconocidas. Dejando a un lado el alcance total de la crisis, la actual situación ya tiene en jaque a una directiva que deberá tirar de recursos para cuadrar las cuentas.
Uno es el aspecto salarial. El club volvió a pedir un esfuerzo a un plantel que ya renunció a buena parte de su salario hasta que se extinga el estado de alarma. Sin embargo, Bartomeu, siempre a expensas del citado medio, podría necesitar de una vuelta más de tornillo para terminar de reajustar la situación.
Este giro no se ve con buenos ojos en la plantilla, aunque podría ser de menor impacto o incluso necesidad si la segunda vía se explota de forma óptima. Nos referimos al capítulo de ventas.
El Barça sabe que la salida de algunos de sus jugadores puede aliviar las arcas azulgranas. Para emparejar números, 70 son los millones que se precisan y los Rakitic, Semedo, Coutinho y cía, que viven en la rampa de salida, podrían ser los héroes involuntarios para reducir el impacto económico.