La desgracia se ha cebado con el FC Barcelona. Al margen de la derrota ante el Atlético, el drama estuvo en el parte de guerra: Ousmane Démbélé, Sergi Roberto y un Gerard Piqué que se marchó llorando del Metropolitano.
A través de un comunicado, los azulgranas confirmaron que Piqué sufre un esguince de grado 3 en el ligamento lateral interno y una lesión parcial en el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Un estropicio que le tendrá varios meses fuera.
Con Umtiti y Araujo aún fuera, Lenglet es el único central del primer equipo que está sano en este momento. Calienta Ramos Mingo, del filial, pero el Barcelona tendrá que estudiar qué hacer en esta situación.
Según cuenta 'Marca', Ronald Koeman y la directiva se reunirán en los próximos días para estudiar si se refuerza el puesto de central en el mercado de invierno. Pero el asunto no va tanto por la necesidad como por la posibilidad.
Y es que económicamente, el Barça no tiene en estos momentos capacidad para hacer desembolso alguno. Mientras se rebajan los salarios de los jugadores, el margen de maniobra es mínimo y pagar un traspaso está casi descartado.
Con ello se ve como un imposible la llegada de Eric García, al que tampoco pudo fichar el Barça en verano por lo económico. De momento, una cesión sería la única vía para reforzar este puesto tan necesitado.
Pero es que a ello hay que unir el proceso electoral que atraviesa la entidad. La Junta Gestora no tiene potestad para negociar ni hacer gastos importantes, ya que todo movimiento tendría que ser refrendado por el nuevo presidente.
Teniendo en cuenta que las elecciones serán a mitades de enero, el margen se reduciría a la última semana del mercado para que la nueva directiva dé por bueno el fichaje de un central que, vista la situación, parece necesario.