El Barcelona tropezó por cuarta jornada consecutiva en Liga y ve cómo el campeonato se le está escapando poco a poco. En Vitoria, los azulgranas regalaron un gol y una parte y acabaron sin tiempo para culminar la remontada en unos segundos 45 minutos en los que por fin regresaron las buenas sensaciones.
De salida, Koeman continuó con su inamovible política de rotaciones. Si en Turín funcionó, en Mendizorroza hizo aguas. Dembélé estuvo horrible, Busquets parecido y Griezmann solo arregló su inoperante partido con el tanto del empate. Insuficiente.
La primera parte estuvo llena de despropósitos. Para empezar, falló hasta uno que no suele hacerlo casi nunca: Ansu Fati que envió al limbo un mano a mano con Pacheco que se adivinaba el primero de muchos y que terminó siendo casi único.
Las ocasiones azulgranas en la primera parte escasearon. Messi, con un lanzamiento de falta caótico que sacó bajo palos Lejeune sin enterarse, cerró la cuenta.
Tampoco necesitó mucho más el Alavés para complicarle la vida a Koeman. Tras un buen contragolpe que dibujaron Deyverson y Rioja y finalizó mal Édgar Méndez, los de Machín se encontraron con el 1-0. Mala cesión atrás de Piqué, peor colocación de Neto y nefasto intento de regate tras un mal control. El resultado: Luis Rioja se metió en la portería con el balón.
Gol sin reacción
El 1-0 no provocó la reacción esperada. Dembélé era el desorden personificado y Griezmann no ayudaba prácticamente nada. El Alavés no hizo más daño porque se dedicó a conservar la renta, porque el Barcelona se partía en cada pérdida en la frontal.
Koeman reaccionó al descanso como no lo hizo en el 'Clásico'. Quitó a los menos finos y metió a Pedri, Trincao y Pjanic, que al menos le pusieron intensidad, aunque tampoco tuvieron un día muy fino.
Su entrada convirtió en un asedio el comienzo de la segunda mitad, aunque el Alavés supo aguantar bien en una fase del partido en la que se sucedieron ocasiones de Ansu Fati, Messi y Griezmann.
La roja a Jota por una innecesaria acción de juego peligroso sobre Piqué pareció facilitar las cosas al Barcelona, sobre todo cuando un minuto después Griezmann firmó el 1-1. El galo solo necesitó un toque para ponerla por encima de Pacheco tras un rebote y pudo maquillar así su flojo partido ante el Alavés.
El Barça tomó aire para ir a por todas al final, pero este equipo no tiene el olfato de gol de antaño y tampoco su clarividencia. Tras un tanto anulado a Antoine por un fuera de juego de Trincao, Ansu Fati dispuso de la última antes de que Koeman buscara en vano más remate en el área con Braithwaite.
Al equipo azulgrana tampoco le funcionó la entrada del danés y fueron Pjanic, Dest y Leo los que tuvieron las únicas claras ya muy al final. El argentino, que no tuvo su día, llegó a su quinto partido seguido sin goles y asistencias en Liga y abrió la incógnita de un posible bajón en esta última fase de su carrera.
Agotada la opción de llegar al gol a través del buen juego, al Barcelona solo le quedó la heroica. Hasta ocho saques de esquina acumularon los azulgranas en los últimos siete minutos sin que estos dieran el mínimo resultado.
El tanto de una remontada que hubiera sido justa estuvo cerca, pero el Alavés lo evitó y castigó al equipo azulgrana por volver a regalar un tiempo en Liga. Demasiado tarde para despertar, demasiado habitual para no estar preocupado...