Los servicios jurídicos del club catalán revisaron el vídeo del partido y concluyeron que hay que mover ficha. No tanto por las consecuencias de la amarilla como por defender a su futbolista, que no cometió la infracción que decretó Cuadrar Fernández.
Recapitulamos lo que ocurrió: el rosarino perdió un balón en el centro del campo, lo cual motivó su esfuerzo defensivo para evitar males mayores. En la frontal del área, realizó una entrada sobre Pape Cheikh, quien no lo vio llegar por detrás.
Messi pisó el balón y esa acción hizo caer al futbolista del Celta. Sin embargo, el colegiado balear no lo vio así, pues señaló la falta, que acabó costando el empate temporal de Lucas Olaza, y mostró la tarjeta al delantero del Barça.
De sorprendido que se mostró, Leo Messi se marchó de allí en silencio y con una sonrisa irónica.
Existen bastantes opciones de que las alegaciones del Barça sean tenidas en cuenta por el Comité de Competición, que tomará su decisión este miércoles.
9 de noviembre de 2019