De hecho, su selección notó más de la cuenta su baja. Robson-Kanu hizo lo que quiso con los centrales belgas para mandarles a casa y seguir viviendo el sueño europeo.
Pero lo que sí significó el buen momento del defensa es que ha comenzado un periodo de revalorización. Esta temporada casi no ha tenido oportunidades y, a veces, las pocas que ha tenido las ha desaprovechado.
Sin embargo, Wilmots confió mucho en él y le dio galones como uno de los baluartes defensivos del un equipo que, precisamente, destacó en defensa durante los primeros encuentros de la competición.
Las consecuencias de esta subida de nivel pueden ser varias: o bien el jugador podría tener más minutos en el club o podría abandonar la disciplina dejando una cantidad mayor de la que se pagó por él... ambas serían muy buenas opciones para el Barcelona.