Cinco goles como cinco soles, los cinco de distinta factura meten al Bayern de Múnich nuevamente como líder de la Bundesliga. Sólo un punto separa a Bayern y Borussia, pero hay una galaxia entre las sensaciones de uno y otro.
El equipo de Kovac mostró jerarquía, supo cuándo y cómo hacer daño y en todo momento tuvo controlado el partido. El Borussia tuvo un tiro al palo en el minuto cinco y poco más. Pagó su bisoñez y también algunas bajas clave. La de Alcácer fue fulminante.
El Borussia Dortmund encontró la espalda a la defensa pronto, pero Dahoud no aprovechó, con todo a favor, la opción que se le presentó. Su tiro lo escupió el palo... y se acabó el Borussia. Un ciclón llamado Bayern no dejó títere con cabeza. Liquidó el partido en la primera mitad con cuatro goles en apenas 45'.
El equipo de Kovac martilleó al Borussia Dortmund con un recital de pegada y efectividad. Hummels, tras córner, remató a gol; luego Lewandowski aprovechó un regalo de Zagadou para quedarse solo ante Bürki y definir con clase.
E 2-0 fue una losa pesada para el Borussia, incapaz de encontrar a Sancho y Reus, sin referencia ofensiva o un ariete al que mandar balones que dieran respiro a los demás. Y si no llegaron más goles en la primera mitad fue porque Bürki estuvo (algo) inspirado.
No pudo con Javi Martínez y su disparo colocado desde la frontal ni con el cabezazo de Gnabry al poco del descanso. El Borussia Dortmund se diluyó y esto, ante un Bayern, es castigo seguro.
La segunda parte del encuentro no tuvo historia alguna. El Borussia quería terminar cuanto antes. Al final, Lewandowski, que no paró de buscar el segundo, encontró premio para el 5-0 definitivo poco antes de la conclusión.