El equipo de Niko Kovac afrontaba el partido ante el Eintracht de Frankfurt con la tranquilidad de saber que un simple empate le haría campeón, independientemente del resultado del Borussia Dortmund.
Por ello, en un sábado nostálgico en el que se despidieron Robben, Ribery y Rafinha, el equipo solo tenía que estar pendiende de su marcador y ni siquiera mirar el del encuentro que estaba disputando el Borussia.
La jornada se planteaba plácida, ya que Coman adelantó en el cuarto minuto del partido a los suyos, pero al inicio de la segunda mitad es cuando llegaron los nervios.
El equipo de Kovac vio como un tanto de Haller empataba el partido. Con el resultado, y la victoria momentánea del Borussia, el Bayern seguía siendo campeón, pero era consciente de que un gol más en contra le daba el título a los amarillos.
18 de mayo de 2019
Por ello, Alaba se vistió de superhéroe pocos segundos después. El lateral se lanzó con todo a por un rechace de Trapp y puso el 2-1. Ya en el 58', con el susto todavía en el cuerpo, el Bayern puso distancia de por medio con un gol de Renato Sanches.
18 de mayo de 2019