El Benito Villamarín, con las líneas torcidas

En los minutos previos al encuentro entre ambos equipos se pudieron ver las líneas centrales del centro del campo del césped del estadio Benito Villamarín torcidas en forma de zigzag, como si se hubieran trazado en estado de embriaguez.

Esa imagen, nunca vista con anterioridad en un partido oficial y en un campo de Primera División, captó la atención de los miles de aficionados presentes en el estadio del Betis, que, entre la sorpresa general, comprobaron con posterioridad que se trataba de una campaña para concienciar del peligro que supone conducir bajo los efectos del alcohol.

En esta época del año, el consumo de bebidas alcohólicas se intensifica y, según datos de la Dirección General de Tráfico, en 2017 el 26% de los conductores fallecidos dio positivo en las pruebas de alcoholemia. De ellos, el 74% presentaba una tasa tres veces superior a la máxima permitida.

Ante el desconcierto de los hinchas del Betis y del Eibar presentes en el Benito Villamarín, instantes antes del inicio del duelo los técnicos del campo retiraron el falso césped mostrando el terreno de juego original listo para el inicio del partido. A la vez, en el centro del campo y en las pantallas del estadio se mostró un mensaje: "Si bebes y conduces, todo se tuerce. Hay fútbol. Vamos".

Ramón Alarcón, director general de Negocio del conjunto verdiblanco, aseguró que el club quiso hacer una acción de concienciación sobre el consumo del alcohol y su incompatibilidad con la conducción: "Estas fechas son especialmente sensibles y debemos aprovechar el altavoz del fútbol y del Betis para continuar concienciando a toda la sociedad", dijo.

 

22 de diciembre de 2018