El Real Betis confirmó su buen momento en Cornellà y se llevó los tres puntos ante un Espanyol que amenazó con recuperarse, pero que seguirá sumido en un mar de dudas.
De nuevo el balón parado castigó a los catalanes. Si la pasada jornada fue Messi, esta fue otro ex de La Masia, Cristian Tello, el que obró el triunfo bético con un perfecto lanzamiento de falta.
La primera parte, eso sí, fue de lo más movida. Tuvo un penalti el Betis, pero no acertó Lo Celso, que se encontró con un fantástico Diego López. El argentino, que lanzó mal, se redimiría anotando el 1-1 y siendo decisivo en el 1-3.
El Espanyol se adelantó casi en su primer acercamiento. Llegó hasta línea de fondo Baptistao y puso un pase al primer palo que Sergio García transformó al primer toque ante unos blandos Mandi y Pau.
Parecía que así iba a acabar la primera mitad, pues el Betis tenía mucho el esférico pero apenas amenazaba a los blanquiazules. De hecho, la presión adelantada de los de Rubi creó más de un problema a los de Setién hasta el tanto de la igualada.
Este llegó en los últimos compases del primer acto, después de una cabalgada sideral de Canales, que le cedió el tanto a portería vacía a Lo Celso.
Tras el descanso, el Espanyol pareció dar un paso adelante y enseguida hizo sufrir a los béticos. Pero no fue el día de Borja Iglesias y, más allá del gol, Sergio García tampoco estuvo fino.
Los últimos minutos fueron del Betis, que pareció lanzarse con decisión a por la victoria. Tras una batería de saques de esquina, una falta en la frontal la convirtió en el 1-2 Tello con un golpeo perfecto.
Quedaban cinco minutos y el añadido, escaso tiempo para que un Espanyol rendido pudiera levantarse. Sí que sentenció al contragolpe el Betis, que se encontró con el 1-3 en un centro de Lo Celso que Duarte terminó desviando sin querer hacia su propia portería.
Con el triunfo, los sevillanos se cuelan en Europa con solidez. Todo lo contrario que un Espanyol que no levanta cabeza y, con cinco derrotas consecutivas, debe mirar hacia abajo.