Si hay que quedarse con algún equipo este curso como la gran revelación de Europa, ese es sin duda el Bodo/Glimt noruego. Este domingo, el equipo del Polar Ártico se coronó campeón de la Eliteserien tras derrotar al Stromsgodset (1-2).
Con la victoria del Molde el sábado, los chicos dirigidos por Kjetil Knutsen tenían que puntuar para que los 15 puntos a falta de cinco jornadas se convirtiesen, al menos, en 16. En Noruega, la diferencia de goles es la que marca los desempates, aunque eran cerca de la treintena los que separaban su diferencia general con la del Molde.
El Bodo se ha caracterizado este curso por ser una máquina de hacer goles. Y el día de la verdad no iba a ser menos. A los 12 minutos, los visitantes ya ganaban por 0-2. Junker puso el primero a los cuatro minutos y ocho después, Zinckernagel dejaba casi sentenciado el trofeo.
Sus grandes números realizadores no quitan cierta tendencia a encajarlos también. En 25 partidos, el equipo ha recogido hasta 28 veces el balón del fondo de la portería, el segundo mejor en este aspecto tras el Rosenborg.
Y ante el volvió a cumplirse. En el 84', Ingimundarson le dio emoción al marcador con el 1-2, un resultado que acabaría siendo definitivo y permitiendo que, tras el pitido final, se desatase la locura sobre el verde.
Y es que el Bodo/Glimt hizo historia al celebrar su primer título liguero y, además, se convirtió en el primer equipo ártico en inscribir su nombre en la corona de la Eliteserien.
November 22, 2020