El Brighton le da una lección a Potter y al Chelsea

De Zerbi ya puede respirar tranquilo. El técnico italiano, que llegó al banquillo del Brighton tras el adiós de Graham Potter, por fin firmó su primera victoria y encima fue ante el Chelsea del ex técnico de las 'gaviotas'.
Con la salida de Tuchel por los malos resultados, el cuadro londinense se fijó en el británico, que dejó tirado al equipo al poco de iniciarse la temporada. Desde que asumió el mando en su nuevo equipo, el de Solihull no había perdido.
Y ha sido justo llegar a la que fue su 'casa' y llegar la primera derrota. De Zerbi fue capaz de competirle a los 'blues', que no pudieron hacer nada por evitar una contundente caída (4-1).
A los cuatro minutos, Trossard le hizo pagar a Thiago Silva un mal pase. La pelota le cayó a Mitoma y éste buscó a su compañero, que sorteó bien a Kepa y mandó el balón al fondo de la red.
El Chelsea salió al campo con una caraja importante y se veía venir que podía caerle varios goles. De hecho, Loftus-Cheek, a los 14 minutos, marcó en propia puerta a la salida de un córner.
El partido ya estaba cuesta arriba y aún más con la llegada del tercero antes del descanso. Caicedo metió un pase entre dos líneas a Estupiñán, que se metió hasta dentro y luego puso el pase de la muerte. Chalobah se tiró al suelo y sin querer introdujo el esférico en su portería.
Tras el descanso, el Chelsea salió con otra cara y Havertz recortó distancias en el marcador. Centro de Gallagher y cabezazo del alemán. Había esperanzas en el banquillo londinense, pero fue un espejismo porque el Brighton defendió el resultado con uñas y dientes.
Aubameyang, que estaba en el banquillo, saltó al terreno de juego y tuvo alguna que otra ocasión. Robert Sánchez estuvo atento y privó al gabonés y a los 'blues' de que se metieran en el partido. Finalmente, el encuentro finalizó con el cuarto tanto de los locales.
En el 92', Pascal Groß aprovechó un balón muerto de Mendy, quien había entrado al campo por la lesión de Kepa, y metió la pierna para cerrar el encuentro y certificar el primer triunfo de De Zerbi y la primera derrota de Potter como técnico del Chelsea.