El Cádiz salta la banca en Mestalla

El Cádiz no ha podido empezar mejor el año. El cuadro gaditano, el Día de Reyes, tuvo un gran regalo como es salir de la zona de descenso. Y lo hizo con todo merecimiento ante un desdibujado Valencia, que se llevó de los Reyes Magos una tonelada de carbón.

Mal partido de los de Gattuso, que ni siquiera fue capaz de dar con la tecla en los cambios. Hasta en Mestalla pidieron su cabeza al término del partido, un choque que tristemente quedó empañado por el fallecimiento de un aficionado que sufrió un paro cardiaco antes del inicio de la contienda. La Cruz Roja se lo llevó al hospital, pero nada se pudo hacer por salvar su vida.

Volviendo al apartado futbolístico, el Cádiz consiguió una victoria de mérito en Mestalla con una gran actuación de todos. El que más, Rubén Alcaraz. El catalán, en la primera acción de ataque visitante, llegó desde segunda línea en una jugada escandalosa de Rubén Sobrino.

El ex valencianista recibió en la medular y se picó con Ilaix Moriba en la banda derecha. El '7' le ganó sobradamente en velocidad, se metió hasta la línea de fondo y cedió atrás para que su compañero, en una posición inmejorable, mandara la pelota a la red con la izquierda.

Mazazo 'che' de primeras y cabreo monumental de Gattuso, que estuvo todo el partido muy molesto por el desempeño de sus jugadores. Cavani lo intentó en una falta muy apetitosa -cerca del área-, pero no estuvo fino el uruguayo ni ninguno de sus compañeros.

No hay más que ver que en la primera mitad no tiraron ni una sola vez a portería. El 2-0 estuvo muy cerca y no llegó porque Alcaraz, en una pérdida del Valencia atrás, se topó con un defensor en una jugada calcada al primero. El Choco Lozano era el que estaba en línea de fondo.

Amarillas por doquier

Tras la reanudación, Gattuso movió el banquillo con el afán de agitar el partido. El resultado fue negativo. Pese a ello, Gayà tuvo en sus botas la posibilidad de empatar. El capitán, en pleno saque de esquina, recibió el balón en la frontal, dio dos toques y el tercero fue para chutar a portería.

Una volea teledirigida que desvió Ledesma, en una de sus pocas intervenciones. Y es que el segundo acto estuvo protagonizado al completo por las amarillas. Hasta ocho se vieron en apenas 45 minutos, una auténtica barbaridad.

El Valencia tuvo que esperar hasta los minutos finales para dar señales. Muchos balones al área que eran para el guardameta. No hubo ni una sola acción peligrosa.

Álex Fernández pudo dar la tranquilidad en una contra, pero la pelota se marchó muy arriba tras centro de Iván Alejo. Al final, el Cádiz se llevó el oro de los Reyes Magos y también tres puntos para salir del descenso. Por su parte, el carbón se quedó en Mestalla y ahora le toca al Valencia eliminarlo.