El argentino de la Fiorentina Germán Pezzella logró superar hace poco el coronavirus. Fue uno de los primeros futbolistas contagiados, pero tuvo que esperar tres semanas para saber que ya estaba bien.
Ese fue el tiempo que pasó desde que le hicieron el primer test al último, en el que confirmaron que había superado el virus. Unos momentos duros y que el argentino ha encajado de aquella manera.
"Saber que estaba curado fue un alivio. Pasaron tres semanas, pero hasta que no tienes la confirmación de que estás curado sigue siendo raro", comenzó en 'Olé'.
El también ex jugador del Betis y de River relató que los momentos fueron malos: "Tenermos un cuerpo médico muy bueno, pero uno está con ese cag*zo de pensar... ¿me depertaré sin poder respirar? Uno no sabe qué puede pasar. Además, tenés el miedo de que al ser deportista quede alguna secuela en los pulmones".
Pezzella fue el primer futbolista argentino en dar positivo, aunque trató de ocultarlo por su familia, que sigue en el país: "El otro día me ponían una medalla: primer futbolista argentino con coronavirus. La p*ta madre. Mi preocupación era por los que me quieren. A mi vieja la llamaron 700 personas y gente que la llamaba diciendo... 'se te va a tocar el arpa el nene".
El jugador argentino aprovechó para enviar un mensaje a aquellos que se toman a broma la enfermedad -"No toman real dimensión del peligro que conlleva esto", dijo- y dio detalles de lo extraño que es el coronavirus.
"Nosotros somos tres jugadores que dimos positivo y los tres tuvimos síntomas distintos. Uno pasó toda la noche con 39 de fiebre, otro estuvo con 38 dos días, le bajó y le volvió a subir a 38... A mí me repercutió de otra manera. Pero tres trabajadores del grupo estuvieron internados, con respiradores artificiales... No estaban en el hospital por las dudas", profundizó.
Pezzella concluyó reconociendo que ha sabido ver que otras cosas en la vida no son tan importantes. Comparó haber contraído el coronavirus con el día que se quedó fuera del Mundial de Rusia: "El día que me quedé afuera del Mundial estuve un mes devastado, no podía hacer nada. Y ahora cuando pasan estas cosas uno piensa distinto. Por suerte ya quedó atrás".