No pudo haber mejor escenario ni mejor momento para proclamarse campeón de la Copa Colombia que el que vivió Millonarios. Después de caer en el duelo de ida por 1-0 en Barranquilla, el 'Embajador' remontó el resultado adverso para sumar un título a su vitrina de trofeos.
Y es que el cuadro que dirige Alberto Gamero cuajó un partido espectacular frente a un Junior que estuvo lejos de ser ese equipo peleón, con calidad y que va al ataque. A los de Julio Comesaña le comieron el miedo y se escudaron atrás desde el pitido inicial. Craso error en El Campín.
Los de casa comenzaron con el pie pisando al fondo el acelerador y Andrés Gómez metió el miedo en el cuerpo con sus internadas por la banda. Sin embargo, fue Daniel Ruiz el que probó a Viera primero con un disparo raso al colarse entre la defensa como si nada.
En la siguiente jugada, el arquero visitante se hizo enorme al rechazr un disparo de Cataño y sacar un pie milagroso para que Andrés Gómez no anotara a placer. Fue el preludio de lo que poco después ocurrió. Y es que un agarrón muy infantil de Rosero sobre Vargas acabó en penalti.
El encargado de tranformar la pena máxima fue Carlos Ruiz, quien reventó la pelota para hacer el 1-0 e igualar la final en apenas 20 minutos. Tras esto, el ritmo se rebajó, pero siguió siendo el 'Embajador' el equipo que más posesión tenía y que dominaba en el terreno de juego.
Con la renuadación, pareció que el 'Tiburón' cambió de mentalidad, pero rápidamente volvió a ese juego defensivo y rácano que bien le privó de un título. Los minutos pasaron y tanto Comesaña como Gamero dieron entrada a jugadores de refresco para agitar la coctelera.
El goleador estuvo muy cerca de firmar su doblete, pero la mano salvadora de Viera lo impidió. Lo que no pudo impedir fue el tremendo zapatazo ganador de Mackalister Silva, que hizo estallar el estadio de alegría con un golazo a poco más de diez minutos para el pitido final.
El mediocentro recibió en la izquierda, controló, condujo y soltó un derechazo potentísimo desde muy lejos que se coló por la parte baja de la portería tras dar en el palo. El '14' se echó las manos a la cara, consciente de lo que estuvo a punto de conseguir. En ese momento, sí le entraron las prisas a Junior.
Ya fue muy tarde para la reacción y los de casa pudieron celebrar con el silbatazo final la consecución del título copera y la plaza en la siguiente edición de la Copa Libertadores. Un premio más que merecido a la temporada que está realizando el preparador millonario.
Crónica en desarrollo...