El Chelsea se siente pequeño en Stamford Bridge. Los poco más de 41.000 espectadores que puede acoger el estadio 'blue' reduce tanto el apoyo como los ingresos a una entidad que ya piensa en soluciones.
Asegura 'Daily Mail' que el club ya estudia varias opciones para poder contar con un estadio de mayor capacidad. Y la más radical, ni mucho menos descartada, es la de derribar el actual campo de los londinenses.
Todd Boehly aceptaría el desembolso de unos 2.000 millones de euros para construir, en la misma ubicación, un estadio más moderno, con más asientos y, por ende, con más capacidad de generar ingresos.
Sin embargo, no solo el dinero es un condicionante. La citada fuente cita las líneas de metros o las construcciones cercanas como problemas a abordar para esta colosal obra, si bien el mayor inconveniente recaería en tener que jugar durante unos cuatro años en un feudo ajeno.