Era una fecha realmente especial para Independiente Medellín. En el Atanasio Girardot se medían a Atlético Nacional en un 'Clásico Paisa' que resultaba fundamental para unos, mientras que los otros tan solo se jugaban el honor de vencer en una ocasión especial.
Para añadirle más picante al asunto, DIM cumplía 108 años este mismo día. Sin duda, una fecha que muchos esperaban recordar y enmarcar como una ocasión épica, algo que rememorar con los años y que contar a sus nietos.
Nada de esto fue así. El espectáculo se vio mayormente en las gradas, donde sí es cierto que las dos hinchadas estuvieron a la altura, animando en todo momento a los suyos. Sobre el verde, ambas escuadras se mostraban erráticas.
Sin embargo, la primera -y posiblemente más clara- llegó cuando apenas habían pasado cuatro minutos. Vuletich estrelló en el larguero una falta botada desde larga distancia que encendió a su afición. Solo valía la victoria, esta era la premisa.
No obstante, se trató de un oasis en el desierto. El 'Poderoso' volvió a avisar en el 21', tras un centro desde la derecha de Mosquera que desvió Mier en el último segundo, cuando un jugador local se disponía a rematar solo en el segundo palo.
Y hasta aquí la primera parte. Ninguno de los dos conjuntos dio muestras de apostar claramente por el gol. El 'Verdolaga' presionaba arriba y complicaba la salida de balón de su rival, mientras que Independiente se perdía en el centro del campo.
Jefferson Duque, muy desdibujado durante todo el encuentro, se quedó solo ante Vasquez tras un centro de Pabón, pero su tiro se marchó alto. Inmediatamente después Olivera intervino para salvar una ocasión de Vladimir Hernández.
Los minutos iban cayendo como losas de hormigón para el combinado local, que no encontraba la fórmula del éxito. De hecho, durante los últimos minutos fue el 'Verde' el que dispuso de dos muy clara, primero por parte de Duque y más tarde de Álvez, pero ambas yéndose altas.
A la postre, empate que sirve a Atlético Nacional para presumir de haber rascado un punto de una fecha tan señalada sin jugarse nada. Además, se ha convertido en el verdugo de su vecino de patio en el día que se hacía un año mayor. Fecha para recordar, pero cada uno la recordará a su modo.