El 'Clásico' paraguayo, aplazado para garantizar la seguridad de la final de la Sudamericana

La resolución se tomó después de que el Departamento de Seguridad de Eventos Deportivos de la Policía Nacional alertara de las dificultades para coordinar los dispositivos de seguridad de los dos partidos en un mismo fin de semana en Asunción.

De esta forma, el partido de mayor rivalidad del fútbol paraguayo se celebrará el próximo 24 de noviembre, a las 17.00 horas (hora local), en el estadio Manuel Ferreira de Olimpia.

Para cuadrar la agenda del campeonato, se va a adelantar la jornada 18 de la Liga Paraguaya que arrancará el domingo 10 de noviembre, un día después de que se dispute la final de la Sudamericana, según informó la APF en un comunicado.

Asunción, que apenas cuenta con plazas hoteleras disponibles para esas fechas, espera la afluencia de miles de aficionados para presenciar la final entre el Colón argentino y el Independiente del Valle ecuatoriano.

La Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) y el Gobierno de Paraguay preparan desde hace más de un mes los detalles de seguridad para un evento que podría alcanzar los 45.000 asistentes en el Estadio General Pablo Rojas, el feudo de Cerro Porteño, en el asunceno Barrio Obrero.

El operativo policial implicará los habituales cordones policiales en las inmediaciones de la cancha y la creación de una ruta para la llegada segura al estadio de las dos aficiones.

Además, la CONMEBOL también acordó cuáles van a ser los hoteles en los que se alojarán los hinchas de cada equipo para evitar que se crucen durante las horas previas y posteriores al partido.

Paraguay se encuentra inmersa en la elaboración de una nueva Ley contra la Violencia en los Eventos Deportivos para erradicar los enfrentamientos entre los grupos de ultras, conocidos como barras bravas.

Los enfrentamientos entre ultras del fútbol paraguayo se han saldado con ocho víctimas mortales en los últimos tres años, según los datos ofrecidos por la Policía Nacional.

El último se produjo a finales de agosto, cuando un aficionado murió a consecuencia de un disparo de bala en una batalla entre barras bravas, con motivo de la disputa de la segunda final metropolitana de clubes de fútbol sala entre el Cerro Porteño y el Olimpia.