El seleccionador argentino quiso honrar la conducta de sus pupilos después de caer de forma clara ante la Selección Uruguaya. Fue una declaración no solo de fútbol, sino de vida.
"Intentamos, no con sermones ni con charlas de tres horas, ser amables. Si lo eres, los que te rodean lo son. Se vio el otro día. Nuestros chicos perdieron 3-0 y saludaron a sus rivales", manifestó Aimar.
"Los chicos uruguayos, las veces que nos ha tocado ganar, han hecho lo mismo. Más allá de que dentro del partido siempre hay algo. Algún roce, alguna pelea", añadió el seleccionador, orgulloso de los suyos.
Cuestionado si eso influía en el carácter del equipo, lo negó. "No tengo claro que tenga alguna incidencia en el rendimiento dentro del campo, pero sí en la vida. Al final, son futbolistas dos horas. El resto son personas", finalizó.
27 de marzo de 2019