Dos goles en mitad de un desierto como resumen es una de las lecturas que se puede extraer de la victoria del Getafe contra el Cádiz en Carranza. El Cucho Hernández marcó la diferencia en un duelo sentenciado por Maksimovic más táctico y físico que entretenido en el que, entre ocasión y ocasión, había un desierto.
El dominio perteneció mayormente a los azulones. Dieron la sensación de superar por una marcha a su contrincante, que tenía serios problemas para combinar. No es que las posesiones madrileñas acabaran todas con una pelota en el área rival, pero sí que comportaban más peligro y, al menos, obligaban a la zaga andaluza a subir la guardia.
De ahí, en parte, que los principales protagonistas del encuentro en el bando local fueran Alcalá y Cala. La pareja de centrales de Cervera estuvo muy activa, sobre todo el '19', que sacó a relucir todo tipo de recursos en el despeje y la intercepción. La más brillante, una a Ángel en la segunda mitad cuando este pudo sentenciar.
No pudieron hacer nada estos zagueros cuando hizo acto de presencia el Cucho Hernández en la frontal del área. Coloreó una primera mitad gris con una pincelada en forma de golazo ante el que Ledesma podría haber hecho algo más de haber estado menos adelantado. Control de maestro, mirada asesina y golpeo seco, tenso, violento del '23' para ganar el partido con permiso de la sentencia de Maksimovic.
Subidón y frenazo
Debido a lo igualada que está la situación en Primera, el Getafe subió varios puestos, al menos provisionalmente, con este triunfo. Victoria clave para escapar de la zona de descenso. No fue muy divertida, pero sí práctica la actuación azulona, cuyo tanto definitivo pudo haber llegado antes.
El Cádiz deja escapar la oportunidad de colarse en Europa y confirmarse como un proyecto llamado a quedarse en la élite del fútbol español. Ni siquiera cuando Cervera le lavó la cara a su esquema encontró el colectivo la manera de hacer daño a un contrincante sólido y serio.
El Choco fue una de las propuestas que más guerra dio en el área rival, en la que Negredo tomaba la iniciativa antes tratando de bajar balones o prolongarlos para sus compañeros. Nada funcionó al final, aunque sigue con bastante margen de trabajo el conjunto andaluz por su privilegiada posición en la tabla.