Ronaldinho Gaúcho cumplió este domingo 41 años y lo hizo sumido en una espiral de autodestrucción preocupante después de la muerte de su madre, Doña Miguelina, el pasado mes de febrero.
Este mismo jueves se filtró en Brasil que el jugador tiene grandes problemas con la bebida y que comienza el día tomando alcohol y no para hasta que llega el día siguiente.
"Todos los días son fiesta. Empieza a beber por la mañana vodka, whisky, gin, y solo deja de tomar unas horas hasta la mañana siguiente", desveló la fuente en su país antes de centrar en la muerte de su madre el detonante de esta enfermedad.
"No todos sus amigos son reales y él se está haciendo mucho daño", confirmaron en Brasil del astro, quien a sus 41 años aún podría estar jugando como por ejemplo hace con 39 años alguien que jugó con él y que se cuidó mucho más como el sueco Zlatan Ibrahimovic.
Mientras el delantero marcaba con el Milan, al más alto nivel, ante la Fiorentina, Ronaldinho celebró su cumpleaños como una sombra de lo que fue y tras un año en el que pasó varios meses en la cárcel a costa de un asunto de pasaportes falsos.
Un día que tenía que ser de fiesta y celebración para el crack, pero que no será un día inolvidable en una estrella que se va apagando a pasos agigantados tras tocar la gloria en el Barcelona.