Aunque le costó en su primer año, en su segunda temporada en el Etihad Stadium ha logrado que su estilo de posesión cale, y muy hondo. Tiene el título muy cerca.
A pesar de que en Inglaterra se estila el balón largo, el poderío aéreo y la segunda jugada, es decir, el fútbol directo, Guardiola ha conseguido que su equipo domine los partidos y los gane desde la posesión y el pase como principio fundamental.
Hay que decir que Arsène Wenger, en el Arsenal, ya consiguió que el fútbol de posesión triunfara en Inglaterra, pero con Guardiola este tipo de propuesta ha logrado un impulso. Para muestra, este dato.
Ante el Chelsea, el City logró el récord de pases en un partido de premier (902) e hizo que Ilkay Gündogan se convirtiera en el jugador con más pases hechos en un choque (174).
Estas cifras contrastan con, por ejemplo, el fútbol del Stoke City. Ante el Southampton, el Stoke completó ¡menos pases que Gündogan! (162). Guardiola, un revolucionario.
Las palabras de los rivales lo secundan. "Ni jugando tres horas hubiera tocado la pelota", dijo Eden Hazard, uno de los mejores del campeonato.