Siempre es emotivo volver al lugar en el que un equipo logró un título, sea de la categoría que sea. Pero ganar la Serie A de la forma en la que lo hizo aquel 1985 el Hellas Verona es harina de otro costal.
Era una época en la que Juventus, Inter y Milan se repartían el gobierno de Italia, con la excepción del segundo título de la Roma. El conjunto del véneto terminó la Liga con cuatro puntos de margen sobre el Torino y cinco sobre el Inter.
El momento de festejar el título llegó un 12 de mayo. A poco más de 100 kilómetros de Verona esperaba el campo del Atalanta, en una época en el que los triunfos aún valían solo dos puntos.
El partido no comenzó bien para el Hellas. Al final de la primera mitad iba cayendo por 1-0, pero los resultados de Inter y Torino les favorecían igualmente para mantener una renta suficiente para depender de sí mismos.
Aun así, el éxtasis para los seguidores 'gialloblu' llegó en la segunda mitad, cuando su estrella Elkjaer anotó el tanto del empate. Esto, unido a la derrota del Inter y el empate del Torino, significó el primer Scudetto para los del Véneto.
El broche de oro a una campaña sensacional en la que sólo perdieron dos partidos y en la que mantuvieron en liderato en solitario en 28 de las 30 jornadas. Tan solo en la primera y en la 16 lo tuvieron que compartir.