El Eibar pasa de arrollar a pedir la hora

El Eibar pasó de cero a 100 en la primera mitad y ocurrió prácticamente todo lo contrario en la segunda. De arrollar por completo al Cartagena a pedir la hora en Ipurua porque veía cómo, al menos, se le escapaban dos puntos. Y estuvo a punto.
El choque tuvo de todo. Intensidad, intercambios de ritmo, de posesión y de protagonismo. Ah, y temperatura. A los seis minutos ya mandaba el Eibar después de que Javi Muñoz disparara, aunque pareció ser más un centro, con la zurda y el cuero se colara por el palo largo de la portería del Cartagena.
El jarro de agua fría fue doble, por cierto. Y eso que Blancho Leschuk falló lo que nunca puede fallar un delantero al rematar solo y con la portería vacía. El balón se estrelló en una de las tres maderas.
Eso sí, el delantero pudo remediar su imperdonable error al meter el interior de la bota a la salida de un córner y sorprender a Marc Martínez, al que le cayeron pronto dos golpes un tanto duros.
Pero el Cartagena ni por asomo bajó los brazos porque le quedaba aún un mundo por delante. Corpas también se dio una cita con el poste y hasta hubo una tangana que apareció desde lo más insignificante.
Quique, Bodiger, Pablo Vázquez... fueron a disputar un balón que concluyó en empujones y con la roja a Toño García. Desde ahí sí le tocó rematar a un Eibar al que el partido se le fue poniendo cuesta arriba poco a poco.
Marc Martínez voló antes para despejar un gran remate de Expósito y con todos estos intensos capítulos se fueron los jugadores a los vestuarios.
En la segunda mitad cambió el guion porque el Cartagena, por medio de De Blasis, acortó distancias y le metió el miedo a un Eibar que fue reculando para prepararse para aguantar los golpes.
Fue un continuo choque del Cartagena contra un muro y cuando logró romperlo le anularon el empate. Fue por la disputa entre Ortuño y Etxeita donde el colegiado vio que se apoyó el del Cartagena y no hubo cambio de opinión alguna.
El Eibar acabó pidiendo la hora en Ipurua y el Cartagena se fue con la sensación de que mereció parte del premio.