El Elche mejora con Machín, pero le sirve de poco

Pablo Martín llegó al Elche, que ya era colista a siete puntos de la permanencia y sin haber logrado ganar ni un partido, en pleno parón por el Mundial con la difícil misión de recuperarlo deportiva y anímicamente y de volver a hacerlo competitivo con la ayuda del mercado de invierno.

100 días y nueve partidos después, Machín tiene al Elche a 12 puntos, a falta de completarse la jornada, de la salvación, si bien el equipo ilicitano ha mejorado notablemente su competitividad, puntuando en tres partidos y sumando su primer y único triunfo.

Solo ante Atlético (2-0), Sevilla (3-0) y Real Madrid (4-0), el Elche no tuvo opciones de puntuar, ya que frente a Celta (0-1), Espanyol (0-1) y Real Betis (2-3) mereció bastante más que una derrota honrosa.

El entrenador soriano fue contratado por el club el pasado 17 de noviembre y aprovechó el parón del Mundial para realizar una pretemporada e implantar un modelo de juego reconocible (3-5-2) en su nuevo equipo.

También aligeró la plantilla con la salida de los intrascendentes Javier Pastore y Fede Fernández a la espera de una revolución en el mercado invernal.

Tras dejar buenas sensaciones en los amistosos, algunos de nivel como ante Genk o Leeds, el Elche retomó la competición con las máximas expectativas contra el Atlético, ante el que cayó en el Metropolitano.

La eliminación en la Copa ante el modesto Ceuta, colista de Primera Federación, enfrió algo las esperanzas de la afición, que se llevó una nueva decepción en el debut de Machín en casa ante el Celta (0-1).

Tampoco el mercado de invierno fue lo esperado. No hubo revolución y el Elche se limitó a cambiar piezas y a dejar salir a jugadores con poco peso, como Roger Martí o Domingos Quina, y a traer a futbolistas con pocos minutos disputados, como Magallán o Nteka.

Los empates en Cádiz (1-1) y ante Osasuna en casa (1-1) confirmaron la mejoría, que se plasmó por fin en victoria, tras la derrota en Sevilla, ante el Villarreal (3-1).

El Elche, revitalizado, cayó en el Bernabeú sin oponer resistencia para centrarse en los dos partidos que debía disputar como local ante el Espanyol y Betis, determinantes para reducir las distancias con sus rivales.

Perdió los dos de forma cruel con tantos en el tiempo de prolongación y con polémica, sobre todo en el caso del Betis, tras soñar durante muchos minutos con la victoria.

Machín ha conseguido que el Elche tenga un once y un sistema reconocible, que compita y que su afición, pese a la crítica situación del equipo, que a las puertas de marzo ni siquiera ha alcanzado la decena de puntos, mantenga el respeto y el apoyo al conjunto, pero poco más.

El equipo sigue en caída libre hacia Segunda por su incapacidad para dejar su portería a cero, algo que no ha logrado aún desde el inicio del curso, y también por cierta mala fortuna en momentos claves, como decisiones arbitrales polémicas en forma de expulsiones o penaltis.

Con Machín en el banquillo, el Elche ha sumado cinco de los nueve puntos que tiene, mejorando notablemente los promedios de los anteriores técnicos que pasaron por el banquillo.

Sin embargo, estos datos no son consuelo para el soriano. "No soy hipócrita y no era complicado mejorar los puntos porque había un déficit muy grande", admitió el pasado viernes el técnico, quien pese a todo valora su trabajo porque el equipo compite y está más cerca de ganar los partidos. "Ya sabíamos que la permanencia estaba difícil. Pero vamos a seguir peleando. Vamos a ser pesados, un equipo difícil de ganar", sentenció tras la última derrota.