Y es que el futbolista decidió heredar el dorsal 88, que pertenecía al ex jugador del Atlético de Madrid. Entró al terreno de juego desde el banquillo, sorprendiendo a todos cuando se le pudo ver el número que portaba.
De esta manera, Luiz Antonio recordó a Cléber Santana y honró su nombre. Un emocionante detalle que demuestra una vez más la grandeza del fútbol, un deporte que no olvida.
10 de marzo de 2018