Todo ocurrió pasado el minuto 80, poco antes de que el técnico 'red' sacara a Mané del campo en los compases finales con todo decidido y 0-3 en el marcador.
En la jugada previa al cambio, Mané lamentó que Salah no le hubiera pasado el balón cuando estaba solo dentro del área pequeña y con el portero vencido. Mané habría marcado en caso de recibir el pase, pero el egipcio prefirió tirar a puerta... y falló.
Mané llegó al banquillo muy alterado. Aunque marcó el segundo gol del partido, el 0-2, le molestó esa decisión de Salah. Protagonizó aspavientos y quejas en el banquillo, tanto que hasta Firmino y Klopp fueron a tranquilizarle.
Al principio se barajó la posibilidad de que a Mané le hubiera molestado el cambio, pero Klopp analizó lo sucedido en rueda de prensa, a la vez que le quitó importancia al calificar el suceso de un hecho puntual.
"Si, fue por el pase pero todo está bien. No estaba contento por esa ocasión, pero Sadio es un tipo emocional y siempre lo deja ver todo. Hablaremos en el vestuario de lo que ha pasado y seguiremos adelante", explicó con tranquilidad el entrenador alemán.