El jugador, forjado en la cantera del Ajax, club en el que se hizo destacar, llegó a París en busca de continuar su progresión en el fútbol de élite, pero su aventura, que comenzó de buena manera, no terminó nada bien.
La última temporada del holandés en el PSG fue bastante decepcionante para él, ya que, entre líos con el cuerpo técnico y alguno de sus compañeros, el lateral tan sólo disputó 27 partidos, sumando un total de 2.027 minutos.
Es por ello que, cuando vio una oferta razonable sobre la mesa, no se lo pensó dos veces. El jugador ya ha pasado el reconocimiento médico en el club turco y llega a coste cero, ya que su contrato expiró el pasado junio. El contrato unirá a equipo y jugador hasta 2019.