El derbi de Los Ángeles iba a decidir a uno de los finalistas de conferencia. Los Galaxy, con Ibra a la cabeza, debían tumbar al dificilísimo Los Angeles FC a domicilio. Con exhibición de Vela incluida, los locales se impusieron por 5-3 y eliminaron al cuadro de Guillermo Barros Schelotto.
Un resultado que elevó el mosqueo de Ibrahimovic, que se marchó al túnel de vestuarios nada más terminar el encuentro. Cuando se encontraba camino al mismo, el sueco vio como un par de aficionados le increpaban desde las grada, recordándole los cinco goles que había recibido.
El delantero decidió girarse y, con sus dos manos, agarró sus partes más íntimas a modo de respuesta, antes de volver a tomar su camino evidenciando una media sonrisa. No es buena idea meterse con Ibra cuando está enfadado...
25 de octubre de 2019