Calero tiene una cláusula de rescisión de once millones. El Valladolid no se cierra a su marcha, pero se resiste a dejarlo marchar por la oferta a la baja que, a priori, ha hecho el Espanyol por su canterano. Ocho millones no vale Calero, dice el conjunto blanquivioleta.
El Valladolid necesita el dinero, pero el Espanyol también necesita a Calero, sobre todo tras la venta de Hermoso. Y el Pucela sabe que el cuadro 'perico' tiene el dinero para pagar la cláusula del de Boecillo.
La negociación será lenta, y aunque tiene visos de llegar a buen puerto antes de fin de mes, la espera se hará lenta. El acuerdo mandará a Calero a Cornellà, no regalado, pero tampoco por once 'kilos'. El equilibrio es la clave, solo queda encontrarlo.