El fiscal realizó una larga intervención, de más de tres horas, para sostener su acusación y ha insistido en distintos momentos en que el Real Zaragoza "compró el partido" ante el Levante, "que fue una estafa y un partido simulado y amañado" y también precisó que para eso necesitó la colaboración de sus futbolistas, que según Ponce, en la semana previa al encuentro "estaban más preocupados por los maletines que por ganar el partido".
El Real Zaragoza, como recordó el representante del Ministerio Fiscal, no pudo aportar los recibís de las supuestas entregas del dinero en efectivo, y que ascendió a 765.000 euros, en concepto de unas presuntas primas por la permanencia a sus futbolistas y recordó que todos los implicados declararon en sus respectivos interrogatorios que "nunca habían cobrado dinero en efectivo".
En su intervención, el fiscal dijo que "el dinero sale del club sin ninguna obligación contractual" y al respecto de las escasas explicaciones que dieron los futbolistas del Real Zaragoza durante su interrogatorio ha ironizado que "para qué voy a pedir un recibí si la cúpula del Real Zaragoza sabe para qué es el dinero".
El fiscal explicó que los 965.000 euros que salieron de las cuentas del Real Zaragoza en distintas transferencias a futbolistas y miembros del cuerpo técnico del vestuario aragonés fueron "ennegrecidos" y "se perdió su rastro" y las explicaciones de aquellos que lo recibieron "no se sustentan en ningún dato objetivo".
El club aragonés, que en junio de 2011 entró en concurso de acreedores, hizo "un falseamiento de las nóminas que tiene su reflejo en la contabilidad" para justificar la salida de 1.730.000 euros de sus cuentas, tal y como reflejó durante su intervención el fiscal Pablo Ponce.
Ponce dijo que la investigación concluye que el partido fue comprado y que "sostener otra cosa es ir en contra del sentido común" y añadió que los futbolistas del Levante querían "ver el dinero porque no van a aceptar el amaño si no veían el dinero en metálico" antes de disputarse el choque a finales del mes de mayo de 2011 en el estadio Ciutat de València.
Además, según el fiscal, los futbolistas del Real Zaragoza "se sienten engañados" por el método que usó el club aragonés para extraer de sus cuentas el dinero y justificarlo después con unas "falsas nóminas", pero subrayó que a pesar de "ser engañados era aceptado por ellos porque a todos les interesaba" para conseguir la continuidad en Primera División.
Ponce explicó que los futbolistas del Levante realizaron "operaciones extrañas" en sus cuentas bancarias tras el partido investigado y que mantienen "un comportamiento anormal" después del encuentro y que así lo corrobora el informe realizado, mientras que ha aclarado que "también es posible que otros futbolistas no acusados" pudieron ser comprados y que los acusados son los convocados porque tienen el "dominio del hecho".
El fiscal recordó que, tal y como han probado con la prueba pericial, "hay once jugadores del Levante sin disposiciones en efectivo" justo después del partido y "durante un periodo prolongado de tiempo" y que coincide cuando se van de vacaciones tras haber acabado la temporada futbolística, mientras que otros cinco futbolistas realizan ingresos en sus cuentas sin haber efectuado antes retiradas.
Ponce se refirió a una sentencia del Tribunal Supremo al asegurar que "lo relevante es que los indicios hay que valorarlos conjuntamente", ya que han aportado indicios "de datos objetivos" para trazar desde el origen del dinero en el Real Zaragoza hasta el destino del dinero en los jugadores del Levante y eso es "lo que hemos probado en este procedimiento".
El fiscal se mostró muy contundente al repasar el comportamiento de los jugadores del Levante sobre el césped y ha recalcado "la aversión de los jugadores del Levante al área del Real Zaragoza no vaya a ser que fastidiemos la prima por dejarnos ganar" y explicó que en el primer gol de Gabi "le ayuda la barrerita que pone el Levante que no salta" y que el portero Munúa "si se pone más lejos, sale del estadio del Levante", mientras que en el segundo gol el meta uruguayo "hace la estatua".
El delito de corrupción deportiva solicitado por la acusación es para los ejecutivos y jugadores del Real Zaragoza y para los futbolistas del Levante, mientras que el delito de falsedad documental sólo se imputa a los tres dirigentes del club aragonés en 2011 que están entre los investigados.