Todo parecía funcionar con normalidad. Sonaron dos himnos... pero el de Albania no era el de Albania, sino el de Andorra.
Las caras de la plantilla y de la afición lo decían todo. No entendían lo que estaba pasando.
Los jugadores de Albania pidieron que sonara el correcto. O ponían el himno oficial o no jugaban el partido...
Así pues, a la UEFA no le quedó otra que buscar el verdadero himno de Albania. Eso hizo que el choque se iniciara con siete minutos de retraso.
Finalmente, sonó el himno de Albania. Lo cantaron orgullosos todos y cada uno de los jugadores albaneses y el choque comenzó sin más dilación.
7 de septiembre de 2019