El Cittadella recibía al Latina, y a Chiaretti su mujer le dejó en el hotel de concentración, como en cada partido que juega su equipo como local.
"El día del Cittadella-Latina, vamos al hotel de concentración donde siempre vamos antes de los partidos. Me acompaña mi mujer con el coche, que luego se marcha", comenzó explicando el futbolista a 'GianlucaDiMarzio.com'.
Todo iba bien hasta el momento de la charla técnica. "Comemos, subo a la habitación a descansar y bajo de nuevo a la sala de reuniones del hotel, para escuchar las palabras del entrenador. Todo como hacemos siempre antes de los partidos en casa. Pero el sábado no me encontré a ninguno de mis compañeros allí", relató.
"Pensaba que había llegado pronto así que me tomé un café en el bar. En un momento me encontré con nuestro segundo entrenador y le pregunto dónde está todo el mundo. Ya estaban en el campo", agregó Chiaretti.
Sin medio de transporte, el mediapunta recurrió a lo que más a mano tenía. ¿Un taxi? No, no hubiera sido una historia digna de contarse. Chiaretti hizo 'autostop'.
"Intenté parar algunos coches con gestos, pero nada. Algunos me reconocieron, pero se limitaban a saludar sin pararse. Hice 700 metros a pie hasta que un coche se paró. Le pedí al conductor que me llevara al estadio", explicó.
Y entonces ocurrió algo sorprendente y surrealista a partes iguales. " ‘¿Pero tú eres Chiaretti?’ Me preguntó emocionado. Me reconoció, era un aficionado y en el pasado también había sido futbolista. Se puso a contarme la historia de su vida e incluso se equivocó de camino. Llegué a las 13:40, algo más de una hora antes del partido. No sabía si reír o llorar", añadió el futbolista, completando así su rocambolesco relato.
Llegó justo, por los pelos. Se disculpó con sus compañeros por su despiste y saltó al campo entre los titulares. El Cittadella ganó 2-1 al Latina, y confirmó ser uno de los equipos revelación de la Serie B, pese a ser un recién ascendido.
Chiaretti jugó 70 minutos, pero lo que más recordará fue la angustia de no saber si iba a llegar o no al estadio a tiempo.