Hay múltiples perfiles de entrenador. Exiten más tácticos o más viscerales, duros o blandos, mediáticos o de ponerse alejados de los focos...
En este último apartado estaría, sin ninguna duda, Ernesto Valverde, que maneja el conjunto azulgrana desde hace más de un año sin querer entrar en ninguna polémica más allá de las puertas del vestuario.
El 'Txingurri' es un hombre tranquilo de puertas para fuera y siempre se muestra diplomático en sus declaraciones, sin querer echar gasolina a los asuntos más candentes del club.
De esta manera, el extremeño ha ido gestionando las diferentes crisis que ha habido en el vestuario 'culé' desde su llegada en el verano de 2017.
Su forma discreta de solucionar problemas es una marca personal y, de momento, el éxito de la misma es incuestionable.
Ya el año pasado tuvo que lidiar con la sorpresiva marcha de Neymar, uno de los pesos pesados del vestuario y muy querido por toda la plantilla. El extremeño supo solventar bien la situación y logró que su adiós no afectara anímicamente al grupo.
Este curso ha tenido ya varios problemas, siendo el primero de ellos el de Arturo Vidal y su inconformidad a la hora de asimilar su suplencia en este tramo de temporada.
El chileno lanzó algunos mensajes al técnico a través de las redes sociales mostrando su descontento, pero Valverde no tuvo ningún desaire ante la prensa y solucionó el problema en la intimidad.
Dejó que fueran otros estamentos del club los que se posicionaran públicamente mientras él limpiaba los 'trapos sucios' dentro del vestuario, con las aguas volviendo a su cauce con normalidad.
Ahora, toda la polémica sobre Dembélé y sus actos de indisciplina planea sobre el Camp Nou, pero el técnico está siguiendo la misma premisa que con el chileno.
Bien es cierto que dejó sentado a 'Dembouz' en la grada en el duelo contra el Betis, pero ante la prensa el 'Txingurri' se mostró sosegado respecto al francés.
Valverde está convencido de que puede reconducir también de esta forma la situación con un jugador galo que quizás esté pecando de juventud.
Pase lo que pase, lo único claro es que esta línea seguida por Valverde dista mucho de la marcada por Guardiola o Luis Enrique, mucho más contundentes ante los medios.
Y es que el que fuera técnico del Athletic de Bilbao es de otra escuela y prefiere arreglar los problemas en casa.