El Getafe comienza a preparar su mes caótico de febrero

Después de empatar 0-0 en el Coliseum Alfonso Pérez ante el Leganés, los hombres de José Bordalás se entrenaron en medio del frío y la nieve que cayó en Getafe y que no impidió trabajar a los jugadores del conjunto azulón.

En medio de un manto blanco que cubría el césped de uno de los campos de la Ciudad Deportiva del Getafe, Bordalás dirigió un entrenamiento de recuperación para los titulares que se enfrentaron al Leganés y otro un poco más intenso para el resto de jugadores.

Sólo faltó a la sesión el centrocampista Markel Bergara, que fue operado el pasado viernes de una fractura en el quinto metatarsiano del pie izquierdo y estará cerca de dos meses fuera de los terrenos de juego.

El resto de la plantilla estuvo al completo y no faltó nadie. Bordalás tendrá disponibles a todos sus jugadores, a excepción de Markel Bergara, para afrontar el mes más duro de la temporada.

Primero, tendrá que visitar al Barcelona el próximo fin de semana en un estadio, el Camp Nou, donde nunca ha conseguido ganar. Consiguió empatar en las temporadas 2007/08, 2008/09 y 2013/14. El resto, otros 9 enfrentamientos, acabaron en derrota. Las dos últimas temporadas, perdieron 6-0.

Después, el lunes 19 de febrero y el domingo 25, tendrá dos partidos que podrían decidir si finalmente el Getafe mira más hacia Europa o se centra definitivamente en mantener la categoría con holgura.

De ambos, inaugura esa pequeña serie el Celta, que visitará el Coliseum con la idea de no despegarse de la sexta plaza. Y, después, el Getafe jugará contra el Villarreal en el Estadio de la Cerámica. Allí, el cuadro castellonense aún podría seguir intentando hacerse un hueco entre los cuatro primeros.

Entre medias, antes del choque del Bernabéu, el Getafe tendrá un "respiro" contra el Deportivo ante su afición. Será el miércoles 28 de febrero y sólo tres días después, el sábado, el Real Madrid esperará al conjunto azulón.

Será la última etapa de una escalada hacia el cielo o hacia el infierno. Este mes es el más intenso del Getafe, espera la montaña más alta, su Everest particular, que podría traer gloria o tragedia a los hombres de José Bordalás.