La falta de frescura del Barça y la buena disposición azulona sobre el terreno de juego evitó no sólo que Guaita no tuviera que trabajar, sino que el mero hecho de atravesar el campo propio le costó mucho trabajo a los de Valverde.
Si ya el mero hecho de que los azulgrana no marquen en el Camp Nou es noticia (la última vez ocurrió en septiembre de 2017), más extraño aún es que su productividad baje hasta mínimos.
La última vez que ocurrió, un buen planteamiento de Mourinho con jugadores de nivel lo logró. Fue en un choque que acabaron llevándose los blancos por 1-2 y que rompía un largo periodo de hegemonía del Barça en los 'clásicos' del Camp Nou. Por ello, mucho más mérito tiene la modesta plantilla de Bordalás.
Eso sí, luego fue difícil seguir conteniendo al Barcelona, que despertó en busca del triunfo. Hasta en seis ocasiones llegó a rematar entre los tres palos. El último de ellos en un cabezazo de Luis Suárez durante el tiempo de añadido en el que Guaita se lució mandando la bola a córner.