El Girona volvió a demostrar fragilidad defensiva en el Metropolitano

El Girona encajó este sábado su tercera derrota consecutiva en Liga al perder ante el Atlético de Madrid en el Cívitas Metropolitano (2-1), en un encuentro en el que, igual que ante el Betis (2-1) y la Real Sociedad (3-5), cayó por su alarmante fragilidad defensiva después de tener fases de buen fútbol y de superioridad.
El conjunto de Míchel Sánchez acabó arrinconando al Atlético en su casa y haciendo méritos para puntuar, sobre todo con dos disparos de Aleix García que se estrellaron contra Jan Oblak y sus palos, pero cayó, de nuevo, víctima de sus errores: con un gol en el minuto cinco de la primera parte y un gol en el minuto dos de la segunda, a causa de un imperdonable fallo de Juan Carlos Martín en la salida de la pelota.
El Girona, después de ocho jornadas, todavía no ha sabido acabar un partido con la portería a cero. Ha encajado 14 goles: uno del Valencia, el Getafe, el Celta de Vigo, el Mallorca y el Valladolid, dos del Betis y el Atlético y cinco de la Real (en cinco chuts a portería, la semana pasada).
El Girona ha enseñado su potencial dominando en estadios como el Benito Villamarín o el Cívitas Metropolitano, pero su escasa fiabilidad defensiva impide que las buenas sensaciones se traduzcan en puntos.
Y que el equipo esté más arriba en la tabla clasificatoria: se ha quedado clavado en siete puntos de 24 y los conjuntos de abajo se acercan. La situación no preocupa, porque son tres derrotas contra equipos claramente superiores, pero puede serlo pronto si el equipo no crece en defensa.
Si, como repite el vestuario, el Girona quiere aspirar a algo más que la salvación y llegar a los 53 puntos, es básico recuperar la contundencia en el área propia, sobre todo a las puertas de dos partidos trascendentales ante rivales directos: el Cádiz, penúltimo con cuatro puntos a la esperar de recibir al Espanyol este domingo al mediodía, y el Almería, con siete puntos como el propio Girona.