Lo imposible se hizo carne y el Liverpool, de manera increíble, le dio la vuelta al 3-0 del Barça con el gol de Origi. El Liverpool ya es final de la Champions.
El delantero belga fue el más listo de la clase y anotó el 4-0 tras un error clarísimo de la zaga azulgrana a la salida de un córner.
El conjunto de Ernesto Valverde se despistó en un saque de esquina y Alexander-Arnold se mostró muy vivo sacando rápido cuando todos estaban mirando a otro lado.
El balón le cayó a Origi casi en el área pequeña y el ariete no perdonó para desatar la locura ante un Anfield que explotó de júbilo.
Un gol impensable en un equipo profesional, un gol de infantiles. Un gol que no se puede permitir el Barcelona, que no podía, que se permitió... y que acabó con el equipo azulgrana en la calle.
7 de mayo de 2019