El delantero del Leicester lo confirmó: "Mi teléfono ha muerto así que por desgracia no he podido contestar los mensajes de nadie. Hay toneladas y toneladas de mensajes por el gol, y eso es lo que probablemente lo ha matado".
Vardy puso el 2-2 con un fantástico taconazo tras el centro lateral de Clyne.