El Dinamo Tbilisi georgiano quería llevar el peso del partido en la eliminatoria que le enfrentó al KF Tirana albanés, pero se le torcieron los planes al final de la primera parte.
El conjunto visitante se mostró mucho más sólido atrás y en ataque aprovechó la última jugada antes de que el colegiado señalase el camino a los vestuarios con un poco de fortuna.
El conjunto albanés metió el balón en el área rival y un defensor del cuadro georgiano pensó que sería buena idea ceder el cuero de cabeza a su portero, pero el pase se quedó corto.
Agustin Torassa estuvo más listo que nadie y metió la bota, pero no marcó. Fue entonces cuando la diosa fortuna hizo acto de presencia. Su disparo lo detuvo Kvaskhvadze, portero del Dinamo, con tan mala suerte que rebote golpeó de nuevo en Torassa y terminó en el fondo de la red.