La fórmula del éxito en Segunda División es compleja. No hay una certera, pero lo que sí se aprende de la categoría de plata es que tienen éxito aquellos equipos que logran encontrar el equilibrio en un ataque con pólvora y un equipo contacto que concede y encaja poco. Esto último es el gran debe del Málaga CF, que pese a generar y llegar, no consigue convertir tantos goles como debería. Y peor: en defensa, en este inicio de Liga, ha mostrado ser demasiado blando.
De la mano de BeSoccer Pro vamos a bucear en ese mar de datos y a entender cuál es el foco de Pepe Mel, o al menos uno de ellos, para los próximos compromisos. En una comparativa entre los registros ofensivos y defensivos, se aprecia a simple vista que son los segundos los que frenan el impulso malaguista. Bien es cierto que arriba no se ha estado especialmente acertados o no tanto como se espera de hombres como Rubén Castro o Fran Sol, pero sí se ha generado lo debido.
Y pese a que el Málaga ha marcado seis goles en siete jornadas, los números ofensivos del equipo dejan brotes verdes y señales de que el problema del equipo blanquiazul no está en ataque. Evidentemente, necesita mejorar en cuanto a eficacia, pero no es el principal problema. Porque aunque el Málaga promedia menos goles a favor que la media (0.86 a 1.03) y que ese porcentaje de efectividad es bajo (19.35% a 28.85%), genera lo necesario para revertir la situación cuando 'la pelotita entre'. Porque con la pólvora que hay arriba debe entrar tarde o temprano.
A partir de los números de la media de equipos de Segunda por partido, el Málaga está por encima en tiros (12 a 10.49), tiros a puerta (4.43 a 3.56), regates exitosos (15.14 a 10.86) u oportunidades de gol (3.29 a 2.82). Y se impone por una amplia diferencia en los duelos ofensivos que gana por partido (32 a 24.67).
El Málaga es, precisamente, uno de los equipos de Segunda que más destaca en esos duelos ofensivos. Está en un grupo selecto que lidera Las Palmas (prácticamente 33 duelos ofensivos ganados por partido) y promedia entre 75 y 78 en total. Tras el equipo grancanario, el Málaga es el segundo equipo que más duelos gana por encuentro en la categoría de plata. El tercero, precisamente, su próximo rival: el Racing.
El problema del Málaga CF reside en los números defensivos. Los pobres registros del cuadro costasoleño, por debajo de la media, evidencian que esa mejora que necesita obtener para reducir al máximo lo que recibe para maximizar lo que genera. Ser más sólido, más compacto.
Para empezar, si es el segundo mejor equipo de la categoría en los duelos ofensivos, en los defensivos se encuentra bastante por debajo de la media: gana 35.57 por los 37.96 que se promedian en ese ecuador. Y sufre por arriba: gana el 41.98% de los duelos aéreos (la media, en 46.45%).
Además, el Málaga sigue por debajo de la media de los equipos de Segunda en cuanto a recuperaciones, paradas e incluso goles esperados (le llegan mucho más que a la media). Todos esos registros forman el foco, defensivo, sobre el que debe cimentar su proyecto Pepe Mel.