El 2019 no quiso arrebatarle al Granada el primer puesto de la clasificación a favor del Albacete. Aunque, eso sí, los de Luis Miguel Ramis estuvieron a punto de conseguirlo.
Los manchegos saborearon la victoria en el segundo tiempo, tras un auténtico golazo de Jeremie Béla, que metió el esférico por la escuadra tras un testarazo inapelable ante el que no pudo reaccionar Rui Silva.
Sin embargo, poco duró la gloria del conjunto castellano, pues apenas diez minutos después, con un gol de penalti, Fede Vico ponía tablas en el marcador.
En el último minuto del primer tiempo, el Granada tuvo su ocasión más clara en las botas de Fede Vico. El cordobés aprovechó un rechace para chutar a quemarropa, pero el cuero se estrelló en el larguero.
El segundo tiempo, el destino concedió una ocasión similar a los visitantes para que se pusieran por delante. Y sí. Llegó el primer tanto del encuentro tras un remate de cabeza que se coló por la escuadra.
No dejó de intentarlo el Granada desde entonces, que continuó teniendo las más claras, aprovechándose de su monopolio con el balón.
Reaccionó el líder
Fede Vico tuvo una clarísima ocasión tras la reanudación. Lo intentó con un disparo desde el centro del área que despejó la zaga blanca. Poco después apareció Álvaro Vadillo, que mandó el balón fuera rozando el travesaño.
El ex del Lugo o el Albacete siguió llevando el peligro al área de Tomeu Nadal, que estuvo providencial, parando auténticos cañonazos. La parada más espectacular se produjo sobre el minuto 70, con un remate de plancha de Fede Vico directo a la escuadra. Se estiró el del Albacete, que sacó una mano mágica.
Con este, el Granada cosecha un duelo más sin perder en casa, donde sólo ha caído en una ocasión, en el duelo ante el Real Sporting de la decimoquinta jornada.
Por su parte, el Albacete encadena ya su undécimo partido sin perder. Aunque esta vez no todo fue alegría. El conjunto manchego tuvo que encajar la lesión de Rey Manaj.
El delantero albano dejó la imagen más desagradable del partido, tras recibir una patada en la cara que lo dejó inconsciente. El futbolista tuvo que salir en camilla y con collarín del terreno de juego, y acabó hospitalizado.