Diogo Jota protagonizó uno de los fallos más groseros del fin de semana futbolero. El portugués mandó al limbo un balón manso que le cayó en el área chica cuando el 0-0 aún reinaba en Anfield.
Corría el minuto 38 de partido cuando Guaita, portero del Crystal Palace, le sacó un cabezazo a Thiago con una gran intervención. Pero no pudo hacarse con una pelota que se quedó muerta en boca de gol.
Llegó Diogo Jota en el segundo palo sin marca alguna. La desesperada reacción del portero español era la única traba que se interponía entre el portugués y el gol. Pero ni Guaita paró ni la pelota entró.
Jota conectó de primeras el remate con la derecha, pero no colocó el cuerpo de la mejor manera para impedir lo que acabó pasando. Mandó el balón a las nubes cuando Anfield ya cantaba el gol y se le quedó cara de circunstancias al 'red'.