El partido ha sido vibrante como pocos. Comenzó con un penalti a favor del Bournemouth, un penalti cometido por Mark Noble que pateó Joshua King y que terminó en nada.
¿Quién podía pesar que un partido que comenzó tan mal para King iba a terminar tan bien para el jugador noruego del Bournemouth?
Para colmo de males, prácticamente en la siguiente jugada se adelantaban los 'hammers'. Michail Antonio, a pase del Feghouli, ponía por delante en el marcador al West Ham.
Tardó, pero llegó entonces el recital de King. Igualó la contienda a la media hora de partido y tras el descanso hacía su doblete para poner por delante al Bournemouth,
Ayew volvía a igualar la contienda en la recta final, con un Bournemouth echado atrás, buscando amarrar el triunfo. Parecía que se les había escapado, pero King encontró la redención al filo del descuento.
Suyo fue el gol de la victoria, el del 'hat trick', el que hizo olvidar su fallo inicial y llevó la euforia a las gradas del Goldsands Stadium.
Y así, al West Ham se le escaparon primero tres puntos y luego uno, y se vuelve a Londres sumando otro cero. Tres puntos que se quedan en la sureña localidad ingresa que permiten a los 'cherries' soñar con la permanencia, pues el descenso queda ya a seris puntos.