El surrealismo se sigue apoderando de Turquía. En lo que fue la reanudación de la competición tras una semana de parón por la agresión del presidente del Ankaragücü a un colegiado, la jornada 17 también tuvo su momento para llevarse las manos a la cabeza.
Todo sucedió en el choque entre el Istanbulspor y el Trabzonspor. El conjunto local reclamó con insistencia un penalti en el interior del área, pero el colegiado no lo estimó oportuno y no señaló ni falta.
En la jugada siguiente, el cuadro visitante marcó el tanto de la remontada. Este fue revisado por el VAR, pero acabó subiendo al electrónico, lo que fue motivo de un enfado tremendo del Istanbulspor.
Hasta tal punto que, el presidente del conjunto local, Ecmel Faik Sarıalioğlu, bajó al césped y le pidió a su equipo que abandonase el campo en el minuto 73. Sus jugadores le hicieron caso y se marcharon a vestuarios en un ambiente muy caldeado y a riesgo de exponerse a una dura sanción.
Tal y como manda el reglamento del Comité de Competición de la Liga Turca: "Aunque se toma una decisión de derrota para el equipo que abandona el partido por defecto, los puntos iguales a los puntos otorgados en caso de victoria se deducen de sus puntos existentes. En tales casos, La TFF determina que el club correspondiente cubrirá los gastos de los árbitros y otros gastos y las pérdidas del equipo contrario".
December 19, 2023