78 minutos tienen la culpa de que Daniel Sturridge se haya convertido en uno de los desastres del mercado invernal en Inglaterra. Su nula presencia en el West Brom por sus constantes lesiones ha convertido su fichaje en toda una ruina para el modesto equipo.
Los 'baggies', que están casi descendidos, vieron en el jugador del Liverpool un revulsivo idóneo para salvarse de la quema, pero el futbolista se lesionó a las primeras de cambio y no juega desde febrero.
Apenas 78 minutos ha disputado desde que llegó al West Bromwich Albion, repartidos en tres partidos y sin ninguna incidencia en el juego, con cero goles y cero asistencias.
El ocaso para un jugador que en la 2013-14 maravilló al mundo entero con sus 25 goles y siete asistencias y que a sus 28 años parece más lejos de su mejor fútbol que nunca.