La expectación apenas duró 11 minutos, ya que el brasileño se lesionó cuando habían transcurrido apenas diez minutos de juego.
Y es que Kaká sintió un pinchazo muscular en un ataque, se tiró al suelo y rápidamente pidió el cambio. Un percance bastante desafortunado.
Al menos se llevó la alegría de que el Orlando ganó al New York. Habrá que esperar a finales de abril para que se repita el duelo.