"Hay muy buenos jugadores que por supuesto inspiraban. Pero uno estaba lejos de poder tener esas cualidades", declaró a 'Efe' al expresar su admiración por Bochini, quien el 25 de enero celebró 65 años, y Talavera, que el 31 de octubre cumplirá 70.
Sin duda apunta alto en sus pretensiones futbolísticas, pero el economista y administrador de empresas nacido en Asunción hace 47 años, no desentona a la hora de jugar un partido con sus colaboradores bajo un sol justiciero de 27 grados en la playa carioca de Copacabana.
"A la edad que yo tengo, jugar es todo un mérito", dijo a 'Efe' tras exhibirse en la cancha de césped artificial que la CONMEBOL ha establecido junto con una suerte de 'embajada' abierta al público en la que exhibe los más emblemáticos trofeos de sus torneos.
Domínguez resistió en la cancha alrededor de 20 minutos, suficientes para bailar al son de un reggaeton y aún tener tiempo para sacar de sus repertorio tres regates, una asistencia de gol y un tanto.
El esfuerzo del gol minó sus justas fuerzas, pues lo elaboró con una arrancada desde la mitad de la cancha.